Carta a Pili, la peluquera (o peluquero):

Carta a Pili, la peluquera (o peluquero):

Tenía ganas de cortarme el pelo, que no es una cosa extraña. Solo las puntas (seh seh) y un poco a capas. El otro día vi que había una oferta y en la situación en la que vivimos pensé en aprovecharla... Total... Total....................

Nada más abrir la puerta de la susodicha peluquería me he empezado a dar cuenta de que algo no iba a salir bien. No. Pero mi mente suele ir más lenta que mi cuerpo y he terminado de entrar. En el momento en el que el/la peluquero/a, un señor/señora (mayor), que le estaba cortando el pelo a una ancianita de por lo menos 78526 años (uno arriba, uno abajo), ha dicho "puedes sentarte a esperar" (lease con voz de bruja vieja) me he dado cuenta de que sí, efectivamente algo iba a salir mal. No sé si ha sido porque no terminaba de averiguar si lo que me hablaba era hombre o mujer, porque solo estaba la "Interview" en el revistero, o porque la ancianita estaba llorando, pero sabía que algo iba a pasar.

He estado a punto de irme (otra vez) cuando ha mencionado que no sabía qué significaba "start". Lo ponía en un secador. Era nuevo. No sabía usarlo. La peluquera no sabía usar un secador. En fin... algo me ha impulsado a quedarme.

En realidad no ha pasado nada, solo un montón de cosas. He sobrevivido al intento de quemar mi cabeza con el agua previo al intento de extracción del cerebro. "Si te hago daño me dices" que significará que ya queda menos.Aun así la señora(?) era adorable... pero la ancianita me daba pena.

Tampoco sabía utilizar su móvil nuevo, así que le he ayudado (no por voluntad propia) a guardar varios números, el de la Juani-Mari por ejemplo. La Juani-Mari también estaba allí, hablando de patos. Se ha quedado rayada porque ahora me sé su nombre. Pobre.

En lo relativo al corte de pelo, bueno... le ha cogido el gusto a cortarlo, como todos los peluqueros al fin y al cabo. No me voy a alargar mucho, solo diré que cuando ya estaba seco y yo estaba abriendo la puerta para irme me ha seguido con las tijeras para seguir cortando lo que ella llamaba "las puntas". Querida señora, las puntas seguro que ya me las había cortado en esos mechones de 8 centímetros que caían al suelo mientras estaba bocaabajo en la silla. Curioso estilo de cortar el pelo, por cierto.

Ni siquiera me ha cobrado los 8 euros que prometía la oferta. Que va. 25 me pedía. Creo que mi cara de "DONDE ESTÁN LAS TIJERAS QUE TE LAS CLAVO EN UN OJO" le ha obligado a rebajar 5 euros el precio. Gracias.

Pero como he aprendido a sacar el lado bueno de las cosas, diré que es la primera vez que salgo de una peluquería y no parezco una princesita.

Gracias Pili.

El Club de los corruptos

La primera regla del Club de los corruptos es:
Nadie habla sobre el club de los corruptos. (Haced pensar que sí que hemos hablado)

La segunda regla del Club de los corruptos es:
NADIE habla sobre le club de los corruptos. (Decid que todo es falso y todo irá bien)

La tercera regla es:
La operación corrupta termina cuando uno de nosotros es pillado, sale todo a la luz, la población se indigna... (Mientras tanto a destruir pruebas como cabrones)

La cuarta:
Solo todos los políticos por operación corrupta. (Pero con moderación...)

La quinta:
Solo una operación corrupta a la vez. (Que no se note demasiado)

Sexta:
Se roba sin vergüenza y sin tapujos. (Y si se enteran, destruimos las pruebas y ni dios comparece)

Séptima:
Cada operación dura lo que tiene que durar. (Más o menos hasta que se note mucho y nos acusen, metemos un poco de humo, optan por el olvido y volvemos a la carga...)

Y la octava y última regla es:
Si esta es tu primera noche ne el club de los corruptos... entonces... TIENES que abrirte una cuenta en Suiza. (Aquí o mojamos todos, o algún político sería de fiar... No queremos eso)

¿Avanzamos o retrocedemos?

La próxima medida que tomará el gobierno será que las mujeres que tienen la regla, en  el momento en el que haya elecciones, no podrán votar. No os escandalicéis. Estamos hablando de las hormonas revolucionadas. Un peligro. Revolucionadas puede derivar en revolucionarias, y claro, esa palabra a los gobernantes les da miedo, pánico. Tanto que se esconden detrás de una especie de robots -que en realidad también son ciudadanos- para que mitiguen la actitud de los llamados revolucionarios ¿Antidisturbios se llaman?

¿Que cómo la mitigan?  Porras, gases lacrimógenos, pistolas de bolas de goma. Pero, a ver, ¿qué van a hacer si no? ¿Qué derecho tiene un profesor en paro por los recortes en educación? No tiene derecho a insultar a ningún gobernante que le haya quitado sus propios derechos. Y, pues, les pegan. Y si está en la calle con sus dos hijos y su mujer también en paro, menos. Él se lo ha buscado, ¿no? Seguro que es rojo. ¿Que qué estoy diciendo? ¿No era esa la vergüenza del país mientras Franco dictaba, ser rojo? ¿Qué por qué menciono a Franco? ¿No encontráis similitudes entre un gobierno y otro? Claro que no es lo mismo. Aun. Cada paso que dan los gobernantes hacia delante, la sociedad retrocede dos.

Pero me estoy yendo del tema. Veamos. ¿Qué derecho tiene una lesbiana? ¡Es lesbiana! Para nuestros queridos sometedores gobernantes, una chica homosexual no está en este mundo para procrear y seguir con la especie humana, por ello, una de las pocas opciones que tienen para ello -tener hijos, digo-, la inseminación artificial, se la prohíben. Es homosexual, ¿qué hace en este mundo si no es para tener hijos? Y encima mujer, es decir, que tiene la regla (algo innecesario para ella). Vaya, que es una revolucionaria. Encima por partida doble, que es gay. Las lesbianas y las que tengan la regla no podrán votar.

¡A fregar todas! Hace poco vi un curso de cómo ser una buena mujer y hacer feliz a tu marido.

Pero esperad, que las solteras tampoco podrán tener hijos, a no ser que se acuesten con el primero que pase. Yo creo que llegará un momento en el que "soltera" será un insulto. Como lo es ahora "lesbiana". Joe, los niños se meten con sus amigos en cuanto descubren que sus padres son gais. Espera... eso dicen los gobernantes, yo pensaba que la sociedad había evolucionado. ¿No? No sé. ¿Lesbiana es un insulto? Yo es que ya me pierdo, ¿avanzamos o retrocedemos?

Que "soltera" sea un insulto lo digo porque parece que tienen menos derechos que las que están casadas. Si no están casadas no fomentan el valor de la familia. ¿Qué tipo de cristiano hace eso? No se os olvide que este país se rige por una constitución... ¿Católica? (No, espera... Laica, Constitución laica...). Pero qué más da eso. Una soltera no puede criar a un hijo ella sola. ¡Que es mujer! Os dais cuenta ¿no? ¡Quitadles a las divorciadas, viudas, y a las solteras y lesbianas a su progenie! Aun hay esperanza para esos pobres niños y niñas potencialmente rojos y homosexuales. Y quemad a las madres.

Jo, me estoy pasando.

Pero es que es verdad. Una chica se divorció de su marido porque le pegaba. La custodia de los hijos se la dieron a la madre. ¿Cómo hacen eso? Es soltera, y calla que no sea lesbiana, porque divorciarse así como así de tu marido no es normal en esta nuestra sociedad. "Niña, que da igual que te pegue, fijo que no has

estado en el hospital ni un día entero. A los futbolistas también les pegan, van al hospital y no por ello dejan el fútbol. No dejes tú el matrimonio." Esos niños deberían ser criados por el padre, que también es soltero ahora, pero es hombre y no tiene la regla. Así podrán convertirse en unos buenos machos maltratadores de género. Que dará igual porque ese término pronto desaparecerá.

Tendríamos que aprender de los futbolistas. Que sí, que son de la élite  ¿Cómo que "y qué"? Que los que son de la nobleza, aristocracia y realeza hacen lo que quieren. No pagan impuestos -todos lo intentan y no a todos les pillan-, no trabajan -si no mirad a nuestro rey o a Rajoy- tienen privilegios... Estas características me suenan. ¿Ya hemos llegado a la Edad Media?

Vale, ya me callo, que estoy abusando de mi derecho a expresarme.

El trágico amor entre las señoras y los asientos del bus.

Amor a primera vista fue. Era el asiento perfecto: blando donde los haya; aterciopelado como ninguno y de un color exquisito.  Único, decía ella, pero ¿qué va a decir alguien tuerta por el amor quedándole un ojo para un asiento solo?

Se sentó cómodamente mientras los demás asientos lloraban en silencio el no poder disfrutar del trasero de la "dama" dispuesta a morir por amor. ¡Por amor de un asiento!

Así llegaron a una población extraña donde, aparentemente, las personas solo tienen un objetivo: separar a las señoras de sus amados asientos.

La mujer temía lo peor, por ello fue que se aferró lo mas fuerte que pudo a su sitio y pensó: "Aunque sea lo último que haga, no nos separarán." (A todo esto, el asiento en  silencio; ya se sabe como son, silenciosas criaturas).

Ella observó a cámara lenta como una multitud subía al autobús sin pedad, buscando desesperadamente su lugar, su asiento... Algunos pasaban de largo, otros no llegaban. Tuvo hasta le final esperanzas. Sin embargo, llegó el momento menos deseado. Una chica más joven que ella, de cabellos dorados y finos rasgos pidió, como si de un cambio de parejas en baile se tratase, sentarse en aquel deseado asiento.

Negose la mujer enfurecida, alegando que era suyo, "¿Quién osa separarme de alguien que sabe cómo hacer que me sienta cómoda?". Una pregunta así difícilmente es contestada. Pero la joven muchacha, que inteligente también era, respondió sin tapujos: "El lugar que usted ocupa, no es si no el lugar por mi correspondido".

Nadie a la pobre mujer había comentado si quiera que hay asientos ya asignados, como matrimonio concertado.

Negose una vez más la mujer enfurecida. Se ofreció, la bella joven, a ocupar el asiento de al lado, que (siendo igual) le acompañaba ventanilla. Un "de acuerdo" manchado de ira salió de los arrugados labios de la enamorada.

Sin embargo, lejos de la tranquilidad ansiada por la "dama", llegó un tercer sujeto. Este por su parte solicitaba el recientemente lugar ocupado por la joven. La mujer, viendo que su integridad amorosa volvía a peligrar, sacó su rabia, asustando de esta manera a todos los pasajeros.

La chica nueva no se lo pensó dos veces y dejó a la señora con su fantástica historia de amor.

Que... ¿cómo acabó? Sencillo: todos llegaron al final del trayecto en iguales condiciones y cada uno se despidió para siempre de su asiento asignado... u obligado.

Todos mis respetos a la señora, la cual es inocente,

dejando como únicos  culpables a las compañías de buses.

Hora de Recortes.

Se necesita humor en estos días de seriedad.
¿Seriedad? Está ahí, pero casi no se nota.

Ahí arriba se alza una ilusión.

Ahí arriba se alza, en el cielo, grandiosa, hermosa y a la vez escalofriante. Asusta hasta que uno se acostumbra, y una  vez conseguido sientes que vuelas, que nadas, que flotas, que buceas, que te deslizas, que corres... todo al mismo tiempo. Pocos saben describir la sensación.

Ahí arriba se alza, en el cielo, grandiosa, sostenida por olas de nubes que rompen en forma de relámpagos contra los muros de granito color gris espuma, pero sin acompañamiento de truenos, simplemente el murmullo del mar a lo lejos pero tan cerca que puedes tocar, palpar y sentir las finas gotas que recorren el aire tan arriba.

Pero es solo una ilusión.

Miren, no quiero ser pesimista.

-Miren, no quiero ser pesimista, pero el mundo tal y como lo conocemos, no es que se vaya a acabar, es que lo vamos a acabar. Sí, muchachos. Pero tranquilos, no el nuestro, ¡¡¡El suyo!!!.

-¡¡Bieen!!

-Tomaremos su planeta.

-¡¡Bieen!!

-Les haremos nuestros esclavos.

-¡¡Bieen!!

-Arrasaremos con sus campos.

-¡¡Bieen!!

-Quemaremos sus ciudades.

-¡¡Bieen!!

-Violaremos a sus mujeres.

-¡¡Bie...
+Pero señor, en ese planeta no existe el sexo femenino.

-¡¿Y qué existe entonces?!

+Solo un sexo, señor. No lo denominan de ninguna manera porque no hay más de uno. Se juntan por amor a quienes son, pero no quienes son físicamente.

-Entonces no violaremos a nadie, que eso es de maricas.

-¡¡Bieen!!

Que sí, que sí. Que el mundo seguirá igual incluso cuando hayamos avanzado tanto que encontremos nuevas civilizaciones en el universo y podamos llegar a ellas. Pero no quiero ser pesimista, eh.